“Después de varios días de duelo, lo que la gente se pregunta aquí es cómo hacer para que esto no pase más”, enfatizó Hernán Iglesias Illa, periodista argentino en Nueva York, que vivió de cerca la masacre de 27 personas en Connecticut, por parte de un joven que ingresó en un jardín de infantes.

“Obama siempre tuvo mucho talento para mostrarse conmovido y cerca de las víctimas; pero me parece que ahora hay un cambio: hay ahora una intención mucho más fuerte para que esto no vuelva a ocurrir”, enfatizó.

“Lo primero que van a intentar es prohibir la venta libre de las armas semi-automáticas, que uno ve sólo en películas o en guerras. Hubo una veda por diez años sobre estos rifles, que venció en el apogeo del gobierno de George W. Bush, en 2004”, remarcó. Se trata de la misma escopeta que utilizó otro joven dentro de una sala de cine en el estreno de Batman.

Adam Lanza intentó comprar dos armas el fin de semana anterior, pero no se las vendieron porque no quiso esperar las 48 horas reglamentarias que exigen algunos estados para su venta y tampoco ofreció sus antecedentes penales.

“La sensación de frustración en la gente por lo que ocurrió el viernes, no deja dudas sobre el control necesario sobre la venta de amas”, remarcó Iglesias Illa.

La tenencia de armas “es una tradición muy arraigada, muy fuerte”, subrayó el periodista.

El próximo viernes, el estado de Connecticut guardará un minuto de silencio en todo el distrito y las campanas de las iglesias repiquetearán para recordar a las 27 víctimas. Lo decidió el gobernador de esa ciudad, Dannel Malloy.