Tras conseguir el apoyo de países claves, la ministra de Finanzas de Francia, Christine Lagarde, fue elegida hoy nueva directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) en reemplazo de Dominique Strauss-Kahn, quien debió dejar su cargo tras un escándalo sexual.

Luego de recibir el respaldo decisivo de Estados Unidos y Brasil, Lagarde dejó en el camino al presidente del Banco Central de México, Agustín Carstens, quien se había postulado como candidato de los países emergentes, pero no logró siquiera reunir el apoyo masivo de América latina.

La francesa sucederá en el cargo a su compatriota Dominique Strauss-Kahn, quien renunció en mayo tras ser acusado formalmente de haber intentado abusar sexualmente de una mucama en un hotel de Nueva York.

En un comunicado difundido en Washington, donde tiene su sede, el FMI subrayó que Lagarde asumirá el 5 de julio y que será la primera mujer en dirigir el organismo desde su creación en 1944. El Fondo aseguró que Lagarde y Carstens están ambos "bien calificados" para el cargo, pero explicó que la decisión de elegir a la francesa fue tomada "por consenso".

La carrera venía desde hace tiempo favoreciendo a Lagarde, quien ya contaba con el apoyo de Europa. Pero el anuncio estadounidense de hoy aceleró el trámite. "El excepcional talento y la amplia experiencia de Lagarde brindará un liderazgo invalorable a esta institución indispensable en un momento crítico para la economía global", dijo el ministro del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, en el comunicado que anunció el apoyo de Washington a Lagarde.

Los desafíos. La primera misión de Lagarde, de 55 años, será liderar el intento del Fondo y la Unión Europea por rescatar a Grecia de la crisis, una situación que corre el riesgo de contagiar a otros varios países europeos.

Precisamente, durante su campaña para quedarse con la dirección del FMI, Carstens afirmó que "no tiene sentido" que un europeo esté al frente del Fondo justamente cuando países del Viejo Continente están en el umbral de una nueva debacle. Carstens, presidente del Banco Central mexicano, intentó correr como el candidato de los países emergentes, pero fracasó de entrada al no poder reunir ni siquiera el apoyo en bloque de América latina.

Para peor, hoy salió el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, a expresar el apoyo de su país a la candidata francesa. Sin el sostén de su vecino Estados Unidos ni del otro gigante latinoamericano, la carrera de Carstens llegó hoy a su final