En estrategia tradicional se llama movimiento de "frío - calor". Consiste en someter al adversario a un constante desconcierto entre actitudes hostiles feroces y extremadamente pacíficas, nunca declarar las verdaderas intenciones, haciendo indescifrable el carácter del líder rival.

Es lo que estuvo haciendo Vladimir Putin. Occidente sigue como turco en la neblina. No entiende lo que esta pasando, sus lecturas, parecen ser las de la Francia pre segunda guerra, cuando fortificó la "Línea Maginot" que fue facilmente derrotada por el ejército nazi, en base a una estrategia original.

Mientras tanto, la inteligencia norteamericana no parece en condiciones de anticipar ningún movimiento de Rusia. Hablan de una una invasión masiva inminente hace un mes, la inminencia mas larga de la historia. Anoche por fin Putin ¿decidió invadir, pero no habrá acertado la CIA por eso.

De hecho, jamás pensó en la estretgia de reconocer la independencia de las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk, como eventual paso previo para ocupar esos territorios y quedar en ventaja militar, ya dentro de territorio ucraniano y no en las fronteras.

La inteligencia occidental se aferra con desesperación a un sistema de propaganda clásico, anunciando la "inminencia" del "ataque totalitario y brutal" de Putin por los medios de comunicación, que se hacen eco de dicha propaganda, pero las sociedades se han acostumbrado a dudar. Se decía en el aguna época en nuestro país que un gobierno no resistía "dos tapas" de cierto periódico de circulación masiva. Hoy un gobierno puede atravesar 4 años de tapas sin que se le mueva un pelo.

Rusia funciona con un eficiente sistema de contrainteligencia, le vende a la CIA lo que quiere que sepa, y más allá de la lógica simplista de buenos y malos que intenta plantear y en la que no coviene involucrarse, lo notable es como un líder poderoso e impredecible, tiene en jaque a toda la OTAN.

La respuesta es débil. Los gobiernos imponen sanciones económicas, la defensa de Ucrania por parte de Occidente no es amenazante para Putin, los mercados mundiales no se agotan en Occidente, China empieza a tomar un protagonismo extraordinario en el escenario mundial y ese espacio, se otorga lo otro error de los principales gobiernos de esta parte del mundo.

Al fin de la guerra fría, Estados Unidos cambio su escenario de prospectiva bélica. Trocó la preparación para una gran conflagración mundial por la distribución militar para varios conflictos simultáneos de baja intensidad: Irak, Afganistán, Siria. Nunca percibió la gran potencia, que el escenario había vuelto a cambiar, y rechazó de plano la posibilidad de una alianza Rusia - China con argumentos otra vez basados en una lógica occidentalista, sin comprender la problemática de aquella parte del mundo. Habrá que ver ahora, su capacidad de reacción, que a priori, prece flojita.