La representante especial de las Naciones Unidas sobre violencia sexual, Pramila Petten, le remarcó al consejo de seguridad de la ONU que los aliados occidentales necesitan dar una "respuesta coherente y coordinada" a esta emergencia.

"Las mujeres y los niños que huyen del conflicto están siendo objeto de trata y explotación, y en algunos casos enfrentan una mayor exposición a la violación y otros riesgos mientras buscan refugio", explicó Petten.

A pesar de que haya varios voluntarios para ayudar, no siempre son la mejor opción: "también hay preocupaciones con respecto a la multiplicidad de voluntarios, con investigación de antecedentes limitada y poca o ninguna capacitación o experiencia", agregó.

En los campos de refugiados de Polonia hubo por lo menos dos incidentes que se conocen. El primero consta de un voluntario que despertó a una refugiada de 19 años en un dormitorio en Polonia a las 2 am y le ofreció llevarla a Francia; mientras que el segundo trata de un hombre que vestía un chaleco de voluntario que fue denunciado por acercarse solo a mujeres solteras entre los refugiados que llegaban a una estación de tren.

"La prevalencia de la violencia sexual en los conflictos a lo largo de la historia nos enseña que reforzar la prevención, la protección y la prestación de servicios es fundamental desde el inicio de cualquier conflicto armado", concientizó la representante de las Naciones Unidas.

 Linda Thomas-Greenfield, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, también condeno la violencia sexual. "Depende de Rusia detener la violación, la violencia y las atrocidades dentro de sus filas. Queda en Rusia el poner fin a esta guerra inconcebible y no provocada contra el pueblo de Ucrania, y hacemos un llamado a la federación rusa para que haga precisamente eso", sentenció.