La alianza electoral conformada por los partidos Hermanos de Italia, Liga y Forza Italia habría obtenido más del 42% de los votos, según los sondeos de boca de urna. Por otro lado, y con esos guarismos, tendría la mayoría en las dos Cámaras del Parlamento. 

Escrutados oficialmente el 12% de los sufragios, todas las proyecciones indican que el triunfo del partido neofascista será contundente. Hermanos de Italia, liderado por Giorgia Meloni fue el más votado. Un partido de esta ideología no gananba las elecciones desde la Segunda Guerra Mundial, y Meloni, sería la nueva primera ministra.

En las elecciones de 2018, los Hermanos de Italia, obtuvo solo el 4,3 % de los votos. Cuatro años más tarde, Giorgia Meloni se convertirá en la primera mujer primer ministro del país y su partido ganará entre el 22,5% y el 26,5% de los votos, lo que lo convertirá en el partido más dominante de Italia.

La izquierda italiana, representada por el Partito Democrático, acusada por sus críticos de haber perdido el contacto con la clase trabajadora y los pobres, puede cargar con parte de la culpa de este sorprendente giro. La inestabilidad económica y política de Italia hizo el resto.

Meloni ahora estará a cargo de conducir a Italia a través de uno de sus períodos más delicados, lidiando con desafíos que van desde la crisis energética y la alta inflación hasta una posible recesión y una ola invernal de Covid 19.