El Tribunal Superior de Brasil ordenó al Ejército disolver todos los campamentos de bolsonaristas que se encuentran distribuidos a lo largo del país, especialmente en las cercanías de las unidades de las fuerzas armadas, pidiendo un golpe para destituir al presidente Lula Da Silva.

Según el magistrado Alexandre de Moraes: "nada justifica la existencia de campamentos de terroristas, financiados con la complacencia de autoridades civiles y militares de forma totalmente subversiva y sin respeto alguno hacia la Constitución”.

El juez fue contundente e indicó que, de nos ser obedecida su orden los comandantes de las Fuerzas Armadas, la Policía y el Ministerio de Defensa serán llevados ante la Justicia. Por otro lado, también ordenó que se despejen las manifestaciones que ocurren ahora sobre las principales autovías de país, las que deberán ser desbloqueadas a lo largo del día.