La policía de Kenia detuvo a unos cuatro mil sospechosos de "terrorismo" en la última semana en Nairobi, operación que alarmó a las Naciones Unidas porque la mayoría de los detenidos podrían ser refugiados somalíes. "Estamos esperando tener acceso a los detenidos", dijo el vocero del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Kenia, Emmanuel Nyabera.

Representantes del gobierno keniano y de ACNUR se reunieron para tratar la situación luego de que la ONU manifestara su preocupación por una operación que calificó de "discriminatoria. Estamos preocupados por los detenidos", aseguró Nyabera. La ONU sospecha que se está realizando una "operación mixta", en la que Nairobi vincula su denominada lucha antiterrorista con su campaña para repatriar a los refugiados somalíes.

La policía comenzó la operación el pasado sábado en Eastleigh, el barrio somalí de Nairobi, tras los últimos ataques perpetrados en Nairobi y en Mombasa, atribuidos a la milicia radical islámica somalí Al Shabab. A raíz de los atentados, que causaron 12 víctimas desde el pasado 23 de marzo, Kenia ordenó a todos los refugiados somalíes abandonar las zonas urbanas y regresar a los dos campamentos habilitados para ellos en el norte y este del país.

Las detenciones de la última semana se concentraron en Eastleigh, donde la mayoría de los residentes son somalíes refugiados que demandan asilo. Del total de arrestados, unos tres mil fueron puestos en libertad tras ser interrogados, mientras que alrededor de doscientos fueron acusados de otros delitos como posesión de documentos de identidad falsos, según el inspector general de la Policía, David Kimaiyo, citado por el diario digital "Nairobi News".

Ante la ola de detenciones, ACNUR exigió a través de su vocero que "los solicitantes de asilo y los refugiados sean protegidos contra el arresto y la detención arbitraria". Además pidió a los organismos encargados que "hagan cumplir la ley para defender los derechos de todos los detenidos y que los traten de manera humana y no discriminatoria".

La policía no permite a los responsables de ACNUR acceder a los centros de detención, pero aclaró que no se hará ninguna repatriación hasta que no concluyan los procedimientos policiales. Según Kimaiyo, la cancha de fútbol donde permanecen la mayoría de los detenidos -el estadio Kasarani, de Nairobi- "cuenta con aseos, sitios para dormir y otras comodidades".

Dentro de esta operación policial contra los grupos extremistas islámicos, dieciocho escuelas de Nairobi están bajo vigilancia porque las autoridades creen que se utilizan para radicalizar a los estudiantes, según el diario "Daily Nation". De los 550.980 refugiados somalíes que se encuentran en Kenia, unos 50.800 viven en Nairobi, según ACNUR.

En los últimos dos años, el grupo Al Shabab perpetró numerosos ataques en la capital de Kenia, Mombasa y otras ciudades cercanas a la frontera con Somalía, en represalia por la presencia de tropas kenianas en su país desde octubre de 20111.