El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) lanzó un segundo satélite al espacio, informaron los medios estatales, mientras las potencias mundiales esperaban la decisión de Teherán en las negociaciones sobre el acuerdo nuclear del país. La televisión estatal identificó el lanzamiento en lo que sería el desierto de Shahroud, en el noreste.

IRGC dijo que el satélite Noor-2 alcanzó una órbita baja de 500 km sobre la superficie de la Tierra en el portador de satélites Ghased, informó la Agencia de Noticias de la República Islámica (IRNA) estatal. Describió al Ghased como un portador de satélite trifásico de combustible mixto.

Irán lanzó su primer satélite militar, Nur-1, en abril de 2020, y Estados Unidos consideró que este lanzamiento demostraba que el programa espacial iraní estaba destinado a fines militares y no comerciales.

El martes, Sepah News dijo que Nur-1 "sigue activo".

El ministro de Telecomunicaciones, Issa Zarepur, se congratuló del "éxito" del lanzamiento de Nur-2 en un comunicado publicado en IRNA. Sus primeras señales "fueron recibidas con éxito por las estaciones terrestres", dijo.

"Este satélite de reconocimiento orbitará alrededor de la Tierra cada 90 minutos y su misión durará al menos tres años", dijo Zarepur.

Ante la preocupación de Occidente, Teherán asegura que no tiene intención de adquirir armas nucleares y repite que sus actividades aeroespaciales son pacíficas.

En enero, los Guardianes de la Revolución anunciaron que habían probado "con éxito" un cohete con motor de combustible sólido capaz de transportar satélites.

El lanzamiento del nuevo satélite se produce en un contexto de declaraciones optimistas sobre un inminente acuerdo en las negociaciones nucleares de Viena.

El acuerdo, alcanzado en 2015 por Irán, por un lado, y Estados Unidos, China, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania, por otro, debe impedir que Irán se haga con una bomba atómica, algo que el país siempre ha negado.

Este pacto ha ido perdiendo vigencia tras la retirada en 2018 de Estados Unidos, que restableció las sanciones contra Teherán. Como respuesta, Irán se ha liberado gradualmente de los límites impuestos a su programa nuclear.

El reto ahora en Viena es hacer que Estados Unidos vuelva a participar en el acuerdo y que Teherán vuelva a cumplir sus compromisos.

El coordinador de la Unión Europea encargado de supervisar las conversaciones, Enrique Mora, dijo el lunes que había que tomar "decisiones políticas" en los próximos días para concluir las negociaciones.

La agencia oficial IRNA anunció el regreso a Teherán del negociador jefe de Irán, Ali Bagheri, para realizar consultas.

Estas negociaciones en Viena tienen lugar en medio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, país cercano a Irán.

Moscú, sometido a sanciones occidentales tras la invasión, ha planteado recientemente nuevas exigencias para apoyar la reactivación del acuerdo nuclear iraní, lo que podría retrasar la conclusión de las negociaciones.

Rusia exigió a Estados Unidos garantías de que las sanciones no afectarán a su cooperación con Irán. Pero Washington dijo que estas demandas eran "irrelevantes" y que las sanciones impuestas a Rusia no tenían "nada que ver" con la cuestión nuclear iraní.