El gobierno de Tony Blair tuvo acceso especial a los archivos de inteligencia de Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo que revelaron que no había evidencia creíble contra los detenidos británicos, según afirma un nuevo libro.

Los funcionarios estadounidenses esperaban que cualquier detenido británico liberado del notorio campo de prisioneros fuera detenido una vez que pusiera un pie en el Reino Unido o puesto bajo estricta vigilancia. Pero los funcionarios que examinaron los archivos de los detenidos británicos en una reunión en Washington en febrero de 2004 encontraron que no había pruebas significativas en su contra.

El gobierno del Reino Unido acordó seis años después pagar millones de libras en compensación a los ex detenidos de la Bahía de Guantánamo. Se informó que los pagos ascendieron a los 20 millones de libras esterlinas.

Los detalles de la reunión entre funcionarios del Reino Unido y Estados Unidos para la liberación de los detenidos británicos han surgido por primera vez en un nuevo libro sobre los servicios de inteligencia, La historia secreta de los cinco ojos de Richard Kerbaj.

Peter Clarke, ex subcomisionado adjunto de Scotland Yard, acompañó a funcionarios de la oficina del gabinete y del Foreign Office a una reunión el 27 de febrero de 2004 para examinar los archivos secretos de los detenidos británicos.

El funcionario pasó varias horas revisando el material en el edificio de oficinas ejecutivas de Eisenhower, que da a la Casa Blanca. Los archivos tenían la intención de transmitir el nivel de amenaza que representaban los detenidos. Los funcionarios estadounidenses estaban ansiosos de que los detenidos que fueran liberados no representaran una amenaza potencial en el futuro.

“La inteligencia no fue suficiente para acusar a los detenidos de nada”, dijo Clarke en su relato de la reunión en el nuevo libro. “Ninguno de los materiales habría sido admisible en la corte”.

Los funcionarios estadounidenses que podrían haber esperado que los detenidos del Reino Unido fueran detenidos en suelo británico pronto se sintieron decepcionados. “Tuvimos que explicar repetidamente que lo que sucediera con los detenidos a su regreso al Reino Unido solo podía estar estrictamente de acuerdo con la ley del Reino Unido”, dijo Clarke.

“No se les impondrán detenciones arbitrarias, vigilancia no autorizada ni restricciones extralegales, y ciertamente no podremos enjuiciarlos sobre la base de las pruebas obtenidas en los interrogatorios mientras estuvieron bajo custodia estadounidense.

“Esto no fue porque tuviera conocimiento de ningún maltrato, sino porque sus entrevistas no se habían realizado con las garantías, el marco legal y el acceso a representación legal”.

El centro de detención de la bahía de Guantánamo, un puesto avanzado de la base naval estadounidense en el sureste de Cuba, se estableció en enero de 2002 durante la “guerra contra el terrorismo”. En total, ha recluido a unos 780 detenidos, y Amnistía Internacional dice que se ha convertido en “un símbolo de tortura, entrega y detención indefinida sin cargos ni juicio”.