Estados Unidos obtuvo una puntuación sorprendentemente mala en un nuevo sistema de clasificación que registra los abusos de poder por parte de los estados nacionales, lanzado por un grupo copresidido por el exsecretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Miliband.

Estados Unidos se acerca a la mediana de 163 países clasificados en el Índice de Impunidad, lo que refleja un historial deficiente en discriminación, desigualdad y acceso a la democracia. Las exportaciones de armas del país y el historial de violencia son un factor negativo aún mayor.

Estados Unidos está peor clasificado en impunidad que Hungría y Singapur, uno de los cuales es un ejemplo de retroceso democrático y el otro de una democracia antiliberal.

El Reino Unido tiene un desempeño meritorio en el puesto 147, a solo 26 posiciones del estado más responsable. Su puntuación se reduce por su protección de los paraísos fiscales extraterritoriales que facilitan el abuso fiscal en otros países.

Las antiguas colonias, muchas afectadas por la trata de esclavos, obtienen malos resultados en el índice, lo que sugiere que la experiencia del sometimiento imperialista ha causado un legado dañino continuo. Casi todos los 20 primeros clasificados en el índice en términos de impunidad son ex colonias o tocados por el colonialismo.

Es probable que los hallazgos estimulen el ya tenso cuestionamiento de la supuesta superioridad de Occidente, un tema que entorpece el debate en la ONU y ha llegado a desalentar parte del esperado apoyo a Ucrania desde la invasión de Rusia.