Los funcionarios antiterroristas y la policía están cada vez más preocupados por la trayectoria del movimiento antivacunas del Reino Unido a medida que evoluciona hacia el extremismo violento y la formación de milicias al estilo estadounidense.

Boris Johnson se encuentra entre los que reciben actualizaciones de seguridad directas sobre personas preparadas para "socavar la seguridad sanitaria nacional".

Los elementos más extremos del movimiento están reclutando y elaborando estrategias a través de la aplicación de mensajería encriptada de redes sociales Telegram, con un canal antivacunas del Reino Unido que pide "hombres de integridad" para "luchar por el futuro de nuestros hijos".

Los antivacunas se han dirigido a decenas de escuelas y recientemente irrumpieron en un sitio de prueba de Covid. Fueron dirigidos por el activista más visible de Gran Bretaña, Piers Corbyn, quien posteriormente instó a la gente a quemar las oficinas de los parlamentarios que respaldaron nuevas restricciones.

Los expertos en salud advierten que sus afirmaciones falsas han tenido un impacto en el programa de vacunación, con Chris Whitty, director médico de Inglaterra, culpando a la "desinformación" por la vacilación de la vacuna.

Entre las organizaciones gubernamentales ahora movilizadas para monitorear el movimiento antivacunas se encuentran la oficina de seguridad y lucha contra el terrorismo (OSCT) del Ministerio del Interior y su unidad de investigación, información y comunicaciones (Ricu), que cubre temas de seguridad pública, incluida la lucha contra el terrorismo.

También tiene la tarea de documentar la amenaza anti-vaxx el programa de análisis y conocimiento contra el extremismo (CEAI) del Ministerio del Interior, cuyo trabajo informa las decisiones estratégicas y operativas, al igual que su unidad de análisis de extremismo (EAU) y la unidad contra la desinformación, que forma parte del Departamento de Digital, Cultura, Medios y Deporte.

Las últimas evaluaciones de inteligencia describen el movimiento antivacunas aparentemente como una cinta transportadora, que entrega nuevos reclutas a grupos extremistas, incluidas organizaciones extremistas violentas por motivos raciales y étnicos.