El Papa Francisco resaltó la importancia del asombro ante las obras de Dios y la fidelidad en las cosas sencillas de María de Nazaret en su mensaje por el Día de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, conmemorado cada 8 de diciembre.

Tras su recuperación de una infección pulmonar, el Papa regresó a la Plaza de San Pedro para pronunciar la tradicional oración mariana en este día especial. Durante su discurso, el Sumo Pontífice destacó las actitudes de asombro y fidelidad de la Virgen María, resaltando su sencillez y pureza como parte fundamental de su concepción por gracia de Dios.

El 8 de diciembre se celebra la Inmaculada Concepción de María, una festividad que conmemora la creencia católica de que María fue concebida sin el pecado original. Esta celebración se estableció por primera vez en España en 1644 y fue declarada como día festivo en 1854 por el Papa Pío IX.

En Argentina, el 8 de diciembre fue establecido como feriado nacional con la sanción de la ley 24.445 en 1994. Este día es significativo para la comunidad católica en el país, marcando una ocasión para la reflexión y la devoción hacia la figura de la Virgen María.

El mensaje del Papa Francisco resalta la importancia de la sencillez, el asombro y la fidelidad, valores que se ven reflejados en la figura de María de Nazaret y que son significativos para la fe católica en todo el mundo.