Tras más de cinco meses de conflicto, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó su primera resolución pidiendo un "alto el fuego inmediato" en Gaza. La resolución, respaldada por 14 votos a favor y una abstención de Estados Unidos, exige un cese de hostilidades durante el mes de Ramadán, con el objetivo de lograr una tregua duradera y la liberación de todos los rehenes.

El proyecto de resolución insta a todas las partes a respetar el derecho internacional, garantizar el acceso humanitario para atender las necesidades médicas y humanitarias, así como proteger a los civiles en la Franja de Gaza. Además, condena los ataques contra civiles y actos de terrorismo, recordando que la toma de rehenes está prohibida por el derecho internacional.

La adopción de la resolución fue recibida con aplausos y se considera un paso importante para buscar una solución pacífica al conflicto. La abstención de Estados Unidos refleja una creciente discrepancia con Israel en cuanto a la ofensiva en Gaza. Aunque el camino hacia la paz en la región sigue siendo desafiante, esta resolución representa un avance significativo en la búsqueda de una solución negociada para poner fin al conflicto en Gaza.