La policía española ha detenido a 22 miembros del grupo ecologista Futuro Vegetal, acusados de cometer actos delictivos, entre ellos vandalismo contra obras de arte e instituciones públicas. Estas detenciones se llevaron a cabo en varias ciudades de España, incluyendo Madrid, Barcelona, Valencia y Granada. Según la policía, los detenidos están acusados de coordinar y dirigir al grupo como una organización criminal, cometiendo diversos crímenes en España y otros países europeos.

Los activistas de Futuro Vegetal son señalados por la policía de realizar acciones como arrojar pintura a edificios y obras artísticas en museos, cortar carreteras y pistas de aeropuertos. Además, se les atribuye haber causado daños al patrimonio por un valor superior a medio millón de euros. La policía también destacó que la agrupación ha recaudado más de 140.000 euros en donativos y está conectada con grupos similares a nivel internacional.

Entre los actos vandálicos se incluyen el lanzamiento de pintura a edificios gubernamentales, cortes de circulación en autopistas y el cierre temporal de pistas de aeropuertos. En una de las acciones más notorias, dos de los activistas pegaron sus manos al marco de dos cuadros de Goya en el Museo del Prado, sin causar daños a las obras. Además, escribieron la cifra "+1,5°C" en referencia al incumplimiento del acuerdo de París de 2015 para limitar el calentamiento global.

Estas acciones vandálicas han despertado incertidumbre sobre la seguridad de los museos y han generado debate sobre el cumplimiento de los acuerdos internacionales para controlar la crisis climática. Sin embargo, también han generado arrestos, juicios y condenas, así como donaciones a grupos ecologistas, lo que ha planteado preguntas sobre las respuestas de la sociedad a la crisis climática.

Es importante recordar que la información presentada se basa en las acusaciones de la policía y no debe tomarse como veredicto final. Los detenidos tienen derecho a un juicio justo y a presentar su defensa ante las acusaciones en su contra.