En las últimas 48 horas, Ecuador ha sido escenario de una serie de episodios de violencia que han tenido un impacto significativo en varias ciudades del país. Estos eventos incluyen ataques y atentados en calles, cárceles, universidades y un canal de televisión, resultando en la lamentable pérdida de 10 vidas, según informó la Policía.

El presidente Daniel Noboa declaró un "conflicto armado interno" y decretó un estado de excepción por 60 días, lo que permite la movilización total de las Fuerzas Armadas en todo el territorio nacional. Como respuesta a esta situación, se han implementado medidas de seguridad en el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre en Quito, incluyendo la exigencia de documentos de viaje para el ingreso a la terminal.

Estos acontecimientos se desencadenaron a raíz de la fuga de Adolfo Macías, alias Fito, jefe de la principal banda criminal del país, Los Choneros, que estaba recluido en una cárcel en Guayaquil. Este suceso provocó la implantación del estado de excepción y un toque de queda, así como la fuga de otro capo criminal, Fabricio Colón Pico, de la cárcel de Riobamba.

Las bandas criminales Los Choneros y Los Lobos, aliadas de cárteles mexicanos rivales, han estado involucradas en actos delictivos que han generado un clima de inseguridad en varias ciudades. Estos eventos han llevado a la retención de guardias y funcionarios administrativos en cárceles de diferentes localidades, así como el secuestro de policías y actos de violencia en las calles, incluyendo explosiones y vehículos incendiados.

El presidente Noboa ha atribuido estos sucesos a una represalia por sus esfuerzos para "recuperar el control" oficial de las prisiones y ha manifestado su determinación de no negociar con los responsables de estos actos. Las autoridades ecuatorianas han catalogado a estos grupos como "organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes" y han ordenado a las Fuerzas Armadas ejecutar operaciones militares para neutralizar estas amenazas.

Este clima de inseguridad se enmarca en un contexto más amplio, en el que Ecuador ha experimentado un aumento preocupante en la violencia y el narcotráfico, con un alto número de homicidios y una significativa incautación de drogas. La situación actual representa un desafío significativo para las autoridades ecuatorianas, quienes enfrentan el desafío de restablecer la seguridad y el orden en el país.

En resumen, la situación en Ecuador es compleja y requiere de medidas urgentes para abordar la violencia y la inseguridad que están afectando a la población y al funcionamiento de la sociedad ecuatoriana.