El Gobierno de Mariano Rajoy ha asegurado desde primer hora de la mañana que la situación era de "normalidad", aunque 62 personas han sido detenidas y al menos hay 34 heridos (18 de ellos agentes).

Para los sindicatos, en cambio, la realidad es muy distinta: el seguimiento a la huelga ha sido masivo en las fábricas, en el transporte público y en la distribución de alimentos y prensa. En las industrias del metal, en las obras de construcción, en las cementeras, en las grandes empresas energéticas --como Repsol, Endesa o Iberdrola-- el paro ha sido casi del 100% desde por la noche.

El servicio de correos y el transporte aéreo también está funcionando bajo mínimos con el 10-15% de los trabajadores.

Así ha arrancado en España la segunda huelga general convocada por los sindicatos este año, y la novena desde el retorno de la democracia en 1975.

Una prueba para verificar el seguimiento a la huelga general es la demanda eléctrica. Según la web de Red Eléctrica Española, el consumo real está siendo inferir al previsto, con una caída de casi una quinta parte (el 18,6%).

Consumo energético de un día normal (izquierda) y del 14N (derecha): la línea verde muestra el consumo previsto, y la línea amarilla, el consumo real.

Ésta es también una jornada distinta visto el despliegue policial en las grandes ciudades ante las manifestaciones que ya se están celebrando. La policía ya ha cargado contra algunos grupos de piquetes, según la prensa española. El centro de Madrid, por ejemplo, está blindado por completo.

Uno de los primeros colectivos en salir ha sido el de los estudiantes. Bajo el lema "basta ya de pactar, es la hora de luchar", han cortado las principales arterias de Madrid.

Muchos comercios, por otro lado, han cerrado sus puertas. Hay grandes superficies que permanecen abiertas, pero la afluencia de público es nula.

Un grupo de actores españoles, entre los que se encuentra Willy Toledo y Alberto San Juan, se han encerrado en el Teatro Español de Madrid y han desplegado una pancarta desde la fachada en apoyo a la huelga general.

Pero la huelga general no es sólo cosa de España. Hay convocadas medias jornadas de paro y manifestaciones en 87 ciudades de 23 países, entre ellos Italia, Grecia, Chipre, Malta, y Portugal.

En este último país, la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, comunista), principal sindicato del país, ha convocado por cuarta vez en dos años una huelga general contra los recortes del Gobierno de derecha de Passos Coelho que sigue las directrices de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), más conocidos como la troika.

La convocatoria ha tenido repercusión. El transporte está casi paralizado: el metro no funciona, casi no pasan autobuses y los barcos que comunican localidades de la zona tampoco marchan.

El lunes pasado, la canciller alemana Angela Merkel fue recibida en el país con abucheos.

En Grecia, un paro está también previsto tanto en las empresas como en la administración, convocado por los sindicatos GSEE (privado) y Adedy (público), así como una concentración en el centro de Atenas.

A pesar de que el país heleno acaba de aprobar un nuevo paquete de medidas de austeridad por cuatro años, el ministro de Finanzas Yannis Stournaras ha advertido que el riesgo de que Grecia se declare en cesación de pagos sigue siendo “demasiado elevado”.

En Italia, el principal sindicato italiano, la Confederación General Italiana del Trabajo (Cgil), ha convocado una huelga de cuatro horas.

En 23 países europeos se han organizado actos de protesta. Algunos van a la huelga general, mientras que otros optan por paros parciales, manifestaciones y acciones de solidaridad, todas ellas convocadas con el objetivo de expresar el rechazo a los recortes y a las medidas de austeridad defendidas por las autoridades europeas.