Los países Latinoamericanos, España y Portugal, acordaron este viernes en Cádiz apoyar una política de “crecimiento” para salir de la actual crisis internacional, que afecta especialmente a las naciones europeas y que amenaza a la economía global.

La crisis económica fue el eje de la reunión de los cancilleres de los países reunidos en el marco de la XXII Cumbre Iberoamericana, que se celebra en esa ciudad española.

El gobierno español de Mariano Rajoy, anfitrión de la cumbre, atraviesa un momento crítico y busca una salida, ya que los planes de ajuste implementados bajo presión de Bruselas profundizaron la recesión, elevaron el desempleo a niveles inéditos y agravaron el conflicto social.

“España y Portugal atraviesan severos problemas económicos luego de haber alcanzado en las últimas décadas un vigoroso desarrollo económico y social”, destacó el Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, en la apertura del encuentro en Cádiz.

Ante la crisis, “están adoptando duras medidas de ajuste con elevados costos sociales, sobre todo en materia de empleo, bajo nivel de actividad y creciente endeudamiento de sus sector público”, agregó.

Pero junto a esas políticas de austeridad, “se hace igualmente urgente activar los mecanismos de solidaridad regional y cooperación internacional para acelerar la recuperación”, subrayó.

Por su parte, Rajoy advirtió que “hoy ha emergido una nueva América Latina”, al destacar que el continente supo “transformar la vieja década perdida en la actual década de prosperidad” gracias a “la combinación de austeridad con políticas propias de crecimiento”.

En tanto, el canciller español, José Manuel García Margallo, afirmó tras la reunión que “se analizó la crisis mundial, los posibles modelos de la salida de la crisis, y se alcanzó un consenso generalizado” que se traduce en que “la austeridad es necesaria pero no suficiente, la clave es el crecimiento”.

El diplomático advirtió que “también se habló del papel que las pequeñas y medianas empresas (pymes) pueden jugar en la salida de la crisis” y del empleo.

Según previsiones de la Comisión Europea, el conjunto de la Eurozona se encamina a perder un 0,4 por ciento de su PBI en 2012.

En la reunión están ausentes algunos de los líderes clave de la región, como Cristina Fernández, quien no viajó a España por recomendación médica.

Tampoco está el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que no participa de este tipo de cumbre desde 2007 tras un cruce verbal que mantuvo en Santiago de Chile con el rey Juan Carlos.

Otros mandatarios que no participaron de la cumbre son el presidente de Uruguay, José Mujica, por recomendación médica; el presidente de Guatemala, Otto Pérez, por el reciente terremoto registrado en su país. Además, no viajó al país ibérico el nicaragüense Daniel Ortega, quien se bajó a último momento sin dar mayores precisiones.

La presidenta de Brasi, Dilma Rouseff, cuyo país es el principal motor de crecimiento de la región, será sin duda la voz más fuerte de los latinoamericanos.

El único país de la región que no tendrá ninguna representación es Paraguay, debido a la suspensión tras la destitución de Fernando Lugo.