Cirujanos de Nueva York han completado con éxito el primer trasplante de ojo completo en un ser humano. Aunque el paciente aún no ha recuperado la visión en el ojo trasplantado, este hito ha sido aclamado como un avance significativo de cara al futuro.

La operación innovadora consistió en extraer parte de la cara y todo el ojo izquierdo de un donante e injertarlos en el receptor, un operario de 46 años que sobrevivió a una descarga eléctrica de 7.200 voltios en junio de 2021. Como resultado de este accidente, el paciente sufrió graves lesiones, incluyendo la pérdida del ojo izquierdo, el brazo izquierdo dominante, la nariz, los labios, los dientes delanteros, parte de la mejilla izquierda y la barbilla.

El equipo quirúrgico de NYU Langone Health ha informado que, en los seis meses posteriores a la cirugía, el ojo trasplantado ha demostrado signos positivos de salud, como vasos sanguíneos funcionales y una retina de aspecto positivo. El doctor Eduardo Rodríguez, líder del equipo, ha destacado la importancia de este logro, resaltando que el simple hecho de trasplantar un ojo representa un avance monumental que se había contemplado durante siglos pero nunca se había llevado a cabo.

Hasta ahora, los trasplantes de ojo en humanos se habían limitado a la córnea, la capa frontal transparente del ojo. Por lo tanto, el trasplante completo de un ojo ha sido considerado durante mucho tiempo el objetivo máximo de la ciencia médica. Aunque los investigadores han tenido cierto éxito en ratones, devolviéndoles la visión parcial, esta es la primera vez que se realiza en una persona viva.

El receptor del ojo trasplantado es un veterano militar de 46 años de Arkansas, llamado Aaron James. Aunque su ojo derecho permanece intacto, fue considerado un candidato ideal debido a su necesidad de un trasplante facial, lo que implicaría el uso de fármacos inmunosupresores. Aunque el trasplante solo le confiera un beneficio estético en lugar de la vista, el equipo médico decidió realizar la cirugía completa.

Durante la operación, que duró 21 horas, se utilizó un enfoque innovador para fomentar la conexión entre los nervios ópticos del donante y el receptor. Se recolectaron células madre adultas de la médula ósea del donante y se inyectaron en el nervio óptico con la esperanza de reemplazar células dañadas y proteger el nervio.

Aunque actualmente el ojo trasplantado no se comunica con el cerebro a través del nervio óptico, el doctor Rodríguez expresó optimismo sobre las posibilidades futuras. El trasplante de un globo ocular viable abre nuevas posibilidades, incluyendo investigaciones sobre cómo conectar redes nerviosas en el cerebro con ojos ciegos mediante la inserción de electrodos.

Aaron James, el paciente receptor del trasplante, ha expresado su gratitud hacia el donante y su familia, quienes le han dado una segunda oportunidad de vivir en un momento de gran dificultad. Aunque aún tiene que regresar a Nueva York para las citas mensuales de seguimiento, James ha vuelto a su Arkansas natal para estar con su esposa e hija. Además, tiene la opción de volver a trabajar en el futuro como responsable de seguridad para trabajadores de líneas de alta tensión.