Un ciclón extratropical ha causado al menos cinco muertos y miles de evacuados en el sur de Brasil, particularmente en los estados de Rio Grande do Sul y Santa Catarina. Según informes de Defensa Civil, alrededor de 4.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares en unos 60 municipios de Rio Grande do Sul debido a las fuertes ráfagas de viento y las intensas lluvias, que resultaron en inundaciones.

Esta región, que limita con Uruguay y Argentina, ha sufrido un daño económico significativo ya que el sector agrícola es una de las principales fuentes de ingresos. Desde junio, esta zona ha sido golpeada por varios ciclones, un fenómeno poco común en esta área del país.

Cuatro de las víctimas fatales se registraron en Rio Grande do Sul, donde también se está investigando la muerte de un hombre que podría haber sido electrocutado debido a las inundaciones causadas por la crecida de un río. El quinto fallecimiento relacionado con el ciclón ocurrió en Santa Catarina, donde un hombre murió cuando un árbol cayó sobre el vehículo en el que viajaba.

Además, tres personas resultaron heridas en el litoral norte de Santa Catarina debido al temporal que ha azotado el sur de Brasil, provocando desbordamientos de ríos, tormentas de granizo y vientos superiores a los 100 kilómetros por hora.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su solidaridad con las familias afectadas y prometió hacer todo lo posible para ayudar a la población a superar esta situación. El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, señaló que la prioridad es rescatar a las familias aisladas y preservar vidas. Los equipos de Defensa Civil y Bomberos están trabajando en el terreno para atender a la población y despejar los accesos bloqueados por las lluvias.

Este es el cuarto evento climático grave que afecta a Rio Grande do Sul desde junio. En ese mes, otro ciclón extratropical causó la muerte de 16 personas y la evacuación de unas 15.000. En julio, hubo un segundo evento similar que dejó una víctima fatal, una veintena de heridos y alrededor de un millón de personas sin electricidad. En agosto, ocurrió un tercer evento sin grandes daños reportados.