La empresa multinacional estadounidense Boeing, junto a la NASA, estará a cargo de desarrollar y construir el Demostrador de Vuelo Sostenible, un avión cuyo diseño y tecnología se espera sirvan de modelo para la aviación del futuro. Con este modelo, se espera reducir hasta un 30% el consumo de combustible y las emisiones de los aviones de fuselaje estrecho destinados frecuentemente a cubrir rutas nacionales, y que son los más utilizados.

“Solemos pensar en la NASA como una agencia espacial, una agencia aeronáutica, pero la NASA también es una agencia climática”, declaró el administrador de la agencia espacial, Bill Nelson, en una rueda de prensa.

Según Nelson, el concepto de Boeing es un avión de demostración a escala real del tipo ala transónica arriostrada (un proceso de construcción en el que se colocan vigas de forma oblicua para asegurar un armazón), y se espera que pueda volar en 2028. También comunicó que la aeronave integrará elementos de vehículos que ya existen con componentes totalmente nuevos.

Bill Nelson, administrador de la NASA
Bill Nelson, administrador de la NASA

“Las alas ultrafinas arriostradas por puntales, con mayores luces y relaciones de aspecto más elevadas, podrían dar cabida a sistemas de propulsión avanzados que se ven limitados en la actualidad por la falta de espacio bajo las alas en las configuraciones de aviones de ala baja”, explicó la empresa.

Para Nelson, el proyecto “revolucionará el tipo de avión que la gente usa con más frecuencia cuando vuela”, y pondrá a Estados Unidos más cerca de alcanzar el objetivo del Gobierno de cero emisiones en la industria de la aviación para 2050.

Por su parte, el jefe de tecnología de Boeing, Todd Citron, aseguró que las alas “ultrafinas” permitirán incrementar la eficiencia dinámica de la aeronave.

El plan de construcción del Demostrador también incluye un financiamiento público-privado, en el que la NASA invertirá unos 425 millones de dólares.