El gobierno alemán solicitó al máximo responsable de los servicios secretos estadounidenses en la embajada de Estados Unidos de Berlín que abandone el país, como consecuencia por el escándalo del espionaje de Estados Unidos en suelo alemán. Tanto el presidente del gremio de control de los servicios secretos del Parlamento alemán, Clemens Binninger, como el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, anunciaron la decisión una semana después de que saliera a la luz el escándalo del espía doble.

"Se ha instado al representante de los servicios secretos estadounidenses en la embajada de Estados Unidos a abandonar Alemania", afirmó Seibert. El portavoz de la canciller alemana, Angela Merkel, justificó esta decisión por dos nuevos escándalos de espionaje que se suman al destapado hace un año en torno a las actividades de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos en suelo alemán y que habría alcanzado incluso las comunicaciones de Merkel.

"El gobierno alemán considera todos estos acontecimientos muy serios", agregó. A pesar de esta decisión, Seibert quiso dejar claro que Alemania sigue queriendo continuar con su "estrecha cooperación" con Estados Unidos. "Para Alemania es imprescindible, en interés de la seguridad de sus ciudadanos y sus misiones en el extranjero, cooperar de manera estrecha y con confianza con los aliados occidentales", explicó en un comunicado enviado a la prensa. "Sin embargo, la confianza y la sinceridad deben ser recíprocas".

La vía de solicitar al responsable de los servicios secretos, acusado de haber guiado a los dos supuestos espías en el Ministerio de Defensa alemán y en los servicios secretos germanos, que abandone el país evitaría una solicitud formal de expulsión. En caso contrario, podría ser declarado "persona non grata" para obligarlo a dejar Alemania. Hace una semana, las autoridades alemanas detuvieron a un trabajador de los servicios secretos alemanes (BND) acusado de vender más de un centenar de documentos tanto a la NSA de Estados Unidos (EEUU) como a la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Esta semana registraron el domicilio y las oficinas de Berlín de otro supuesto espía. En el gobierno alemán temen que estos dos casos de espionaje sólo sean la punta de un iceberg. El ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, habló el miércoles con su homólogo estadounidense, John Kerry, para esclarecer el nuevo capítulo en el espionaje estadounidense en suelo alemán, informaron desde el Ministerio.

El fin de semana es posible que se reúnan ya que ambos estarán presentes en Viena durante las negociaciones con Irán sobre energía atómica.