Alemania acusó a Moscú de participar en un "juego de poder" respecto a las exportaciones de energía, ya que Gazprom, administrado por el estado ruso, redujo aún más el suministro de gas a Europa.

Como se anunció dos días antes, el gigante de la energía ruso redujo este miércoles el flujo de gas a través de Nord Stream 1 a 33 millones de metros cúbicos por día, aproximadamente el 20 % de la capacidad total del gasoducto y la mitad de la cantidad que ha estado entregando desde que reanudó el servicio la semana pasada después de 10 días de trabajos de mantenimiento.

Según los datos de la red de la estación de transferencia de gas en Lubmin, en el noreste de Alemania, solo llegaron alrededor de 17 millones de kilovatios por hora de gas entre las ocho y las nueve de la mañana, en comparación con más de 27 millones de kWh entre las seis y siete de la mañana.

Pese a las acusaciones, la empresa de gas rusa dijo que el flujo de gas se redujo porque una de las dos últimas turbinas en funcionamiento tuvo que detenerse debido a una "condición técnica del motor", un argumento que el gobierno alemán descartó en términos enérgicos como un pretexto inventado.

Además, un portavoz del Kremlin atribuyó la escasez de suministros a las sanciones europeas. "Las capacidades técnicas de bombeo están bajas, más restringidas. ¿Por qué? Porque el proceso de mantenimiento de dispositivos técnicos se hace extremadamente difícil por las sanciones adoptadas por Europa", declaró Dmitry Peskov.