En Bruselas, cientos de agricultores llegaron en caravanas de tractores para expresar sus preocupaciones sobre los costos y la burocracia que afectan su actividad. Estas protestas se han extendido por varios países de la Unión Europea, incluyendo Francia, Bélgica, Italia, España y Portugal.

Aunque la cumbre de la UE se centraba en proporcionar ayuda financiera a Ucrania, la ira de los agricultores logró colarse en la agenda de los líderes del bloque. La Comisión Europea anunció planes para proteger a los agricultores de las exportaciones baratas llegadas de Ucrania y permitirles utilizar tierras que habían permanecido en barbecho por razones ambientales.

Un punto de tensión importante es el acuerdo que la UE y el bloque sudamericano del Mercosur negocian desde hace 20 años. Los agricultores europeos temen que este acuerdo tenga un impacto negativo en su sector. Algunos líderes europeos han expresado su negativa a aprobar el acuerdo a menos que las importaciones cumplan con los mismos estándares regulatorios que enfrentan los agricultores de la UE.

En medio de las protestas, se han producido arrestos y tensiones, pero en su mayoría, las manifestaciones han sido pacíficas. Los agricultores buscan alivio frente a los aumentos de los costos de energía, la competencia extranjera más barata, la inflación y el cambio climático.

Las autoridades de varios países han prometido aliviar la burocracia y trabajar para garantizar que los agricultores reciban un precio justo por sus productos de alta calidad. A pesar de la presión de los agricultores, no se esperan concesiones inmediatas, pero las protestas han logrado llamar la atención de los líderes europeos sobre sus demandas.