Para el fiscal de la causa AMIA, la pista iraní tiene alcance regional. Alberto Nisman emitió un duro dictamen en el que acusa a la república persa de “infiltrar varios países de Sudamérica para cometer y patrocinar atentados terroristas en la región”.

Aseguró tener pruebas de que se utilizaron organismos diplomáticos, asociaciones culturales, de beneficencia y religiosas. Afirmó que “la Argentina fue infiltrada en 1983 por Mohsen Rabbani”, el ex agregado cultural iraní en Buenos Aires, que actualmente tiene pedido de captura internacional por el ataque a la mutual judía.

Por Continental, Waldo Wolff, vicepresidente de la DAIA, consideró “absurdo e inaceptable que la Argentina firme un convenio con el país que está sospechado de haber organizado el atentado”. En Magdalena Tempranísimo, subrayó que la DAIA "desde el principio" se opuso al acuerdo con Irán.