“Me llamaron para hacer el casting y me contaron que habían pensado en mí para hacer un personaje en la serie sobre la vida de Fito. ¡No lo dudé, me encantó la propuesta! Me enteré que uno de los productores me había visto en un reportaje mientras yo hablaba de mis hijos y pensó rápidamente en mí para interpretar a Rodolfo Páez”, empieza contando, con emoción, Martín “Campi” Campilongo. Denise, su mujer, fue la primera en enterarse: “A ella siempre le cuento primero, después a los amigos y al resto de la familia”.

A Campi le brillan los ojos cada vez que nombra a su compañera de vida, con quien lleva casi veinte años en pareja, y son papás de Francesca y Emma. Aunque en el combo de familia ensamblada se suman Isabella y Santino, los dos hijos que ella tuvo con el cantante Germán Barceló. Los tuyos y los nuestros… así van por la vida.

-¿Cuánto tiempo te llevó construir el personaje? Tuviste que engordar algunos kilos…

-Fueron aproximadamente diez meses. Fito me ayudó contándome anécdotas e historias de su papá y junto con los directores fuimos armando el personaje. Engordé aproximadamente diez kilos, porque era lo que exigía el personaje.

"´Ese es mi viejo´, dijo Fito cuando me vio"

Campi ya escuchaba la música de Fito desde la adolescencia: “En esa época era muy fanático”. Hoy, la música del rosarino suena a fondo.

-¿Cuándo lo conociste a Fito? ¿Qué te dijo cuando te vio personificar a  su padre en la ficción?

-A Fito lo conocí hace un tiempo, estando con Fena Della Maggiora (músico). Nos cruzamos en un restaurante y después nunca más nos vimos. Antes de las grabaciones me mostró fotos y me contó anécdotas para construir el personaje. Durante el rodaje de la serie jamás nos encontramos. Y después me hizo una muy buena devolución, estaba muy contento con el amor con que había interpretado a su papá. ¡Ese es mi viejo!, expresó cuando me vio.

"´Ese es mi viejo´, dijo Fito cuando me vio"

La serie se desarrolla en ocho capítulos de cuarenta minutos cada uno. “La vi completa, como espectador. Y canté y bailé, me pasó lo mismo que a cualquiera pero con sensaciones particulares”.

-¿Cómo me vi? Me gustó el padre como personaje pero sentí que no era yo haciendo del padre. La segunda vez intenté ver la serie de manera más crítica pero volví a entrar como un caballo y tuve la misma reacción que la primera vez. 

-La serie se estrenó en 190 países, así que me imagino que se habrán revolucionado tus redes sociales.

-Es una locura lo que está pasando con las plataformas, me enviaron escenas de mi personaje dobladas en francés y en italiano. Recibí mensajes de España, Miami, Israel… ¡Me sorprende y me emociona muchísimo! Entiendo que movilizó a mucha gente porque la historia nos atraviesa y la relación de un padre con un hijo debe tener similitudes en otras partes del mundo. En las redes, hubo gente joven que me escribió para decirme en confianza que querían tener un padre como Rodolfo. Y eso esta buenísimo.

"´Ese es mi viejo´, dijo Fito cuando me vio"

Campi cuenta que muy pronto “empiezo a filmar una serie nueva para otra plataforma, pero no puedo adelantar nada por contrato de confidencialidad. ¡Así estamos! Y parece que esto recién empieza, porque tengo tres propuestas de Amazon y voy a filmar una película antes de fin de año". Mientras, sigue participando en “La Peña de Morfi”, poniéndole toda la impronta a las caracterizaciones desopilantes de distintos famosos. “Amo mi trabajo y lo disfruto”, comparte, abriendo el corazón.

"´Ese es mi viejo´, dijo Fito cuando me vio"

Mientras digiere la catarata de emociones que siguen generando los rebotes de la serie, acaba de reestrenar “Los Bonobos”, una comedia desopilante en el Teatro El Nacional de la calle Corrientes. “Es el tercer año consecutivo de una historia muy divertida, en la que un ciego, un sordo y un mudo quieren enamorar a tres mujeres sin que se enteren de sus discapacidades”, cuenta. El elenco se completa con Peto Menahem, Oski Gusmán, Lizy Tagliani, Manuela Pal y Anita Gutiérrez. Vamos de jueves a domingos con doble función los sábados.

Campi es un tipo que va feliz por la vida, sin rollos con la fama, familiero y amiguero, con la inocencia de los que no tienen maldad; es de los que se siguen emocionando con las pequeñas cosas. Un tipo simple, que no se la cree ni un poco, simplemente porque tiene bien claro que en este mundo, como él dice: "Nadie se salva solo”.

-¿Qué te parece si hacemos una pausa? ¿Con quién tenés un café pendiente?

-Con mi abuelo, que lo extraño un montón y me hubiera encantado compartir un montón de cosas con él, como esto que me está pasando y me desborda el corazón. Pero lamentablemente se murió hace unos cuantos años.