Para el ex titular del Banco Central, Aldo Pignanelli, la postergación en el cierre del canje de deuda a pedido de bonistas italianos responde a “los inconvenientes que tiene el gobierno para lograr el 60 por ciento de adhesión”.

“Una adhesión del 60 por ciento es un mal resultado, mientras que un 65 es algo razonable y si hubiese 80 por ciento sería todo un éxito”, consideró el economista.

Para Pignanelli, “Argentina empeoró su oferta por órdenes aparentes de Néstor Kircher, sin ninguna consulta previa”. Dijo que esa fue una de las razones que hizo dudar a los tenedores de bonos y que perjudicó el canje.

Además, el economista agregó que la incertidumbre europea por la situación de Grecia, también fue otros de los temas que llevó a bajar el interés por la oportunidad que abrió el gobierno nacional.