En el debut lució y en el segundo partido estuvo lejos de su mejor versión, pero Brasil ya consiguió su clasificación en uno de los grupos más duros. En un flojo partido, derrotó 1 a 0 a Suiza con un golazo de volea de Casemiro y ya aseguró su pasaje a los octavos de final.

No le fue fácil al pentacampeón. Se enfrentó a un equipo duro, con una tradición de juego cerrado y muy táctico, que le ha sumado a eso durante los últimos años un muy buen manejo de pelota, lo que colabora enormemente para garantizarle poco sufrimiento en defensa.

Durante la primera parte el conjunto helvético tuvo mucha posición y prácticamente evitó que le lleguen con riesgo. La única jugada peligroso fue un pase cruzado de Raphinha que ubicó a Vinicius Jr. en el área. El del Real Madrid la agarró de aire y aunque no le pegó bien obligó a una buena atajada de Yan Sommer.

El segundo tiempo arrancó de una manera similar pero lentamente se volcó a favor de los dirigidos por Tité. A los 20 le anularon un muy lindo gol a Vinicius Jr. por un offside previo de Richarlison, que había bajado a pivotear en la construcción de la jugada. Desde esa acción, el partido se jugó mucho más cerca del arco del equipo helvético.

Sobre el final, el subcampeón de América consiguió quebrar al rival. A falta de ocho minutos, Vinicius Jr. jugó desde la punta izquierda hacia el centro para Rodrygo que devolvió de primera con el taco. Casemiro, sin pararla ni acomodarla, casi como en su niñez cuando jugada de delantero, metió una volea sensacional que se clavó en el segundo palo y le dio el triunfo a su selección.

Brasil aseguró su lugar en los octavos de final y, además, le sacó al segundo tres puntos y tres goles de diferencia a falta de un sólo partido, por lo que es casi un hecho que avanzará como uno de los primeros. Suiza tiene 3 puntos y Serbia, que lo enfrentará en la última fecha, sólo 1. Además, Camerún también tiene 1 y debe medirse ante la verdeamarela.