Australia le ganó 1 a 0 a Túnez y se ilusiona con avanzar de fase. Tras la caída en el primer partido ante Francia, el vigente campeón del mundo, el seleccionado de Oceanía que compite por Asia aprovechó su buen momento en los primeros minutos y se impuso con gol de Mitchell Duke.

Ambos equipos mostraron cierta paridad en cuanto a la jerarquía individual. La diferencia estuvo en la propuesta de uno y otro. Mientras el conjunto oceánico intentó, desde el arranque, atacar, aunque no desbocadamente, para lograr un triunfo que le permita llegar a la última fecha con chances de clasificarse, el equipo africano se paró exageradamente atrás, con la misma cautela con la que enfrentó a Dinamarca, lo que en este caso resultó excesivo.

En ese marco, los Socceroos, que habían mostrado buenas credenciales de ataque ante Francia, llegaron al gol sin muchas dificultades. A los 23 de la primera parte, Craig Goodwin tiró un centro desde la izquierda que se desvió pero fue hacia el área. Duke que parecía pasarse, cabeceó al segundo palo y convirtió el único tanto del partido,

Eso cambió la dinámica del juego y desde entonces, con otra lógica, los roles se invirtieron. Túnez debió volcarse al ataque y Australia se dedicó a defenderse, pero desde un lugar mucho más cómodo y racional como el que otorga la diferencia a favor en el resultado.

El equipo que dirge Jalel Kadri tuvo sus chances, tanto sobre el final de la primera parte como en la segunda. Youssef Msakni, Issam Jebali y Whabi Khazri tuvieron oportunidades medianamente concretas para igualar la historia y las desperdiciaron.

Las Águilas de Cartago tuvieron jugadas de ataque interesantes, aunque insuficientes para doblegar a un rival que se defendió con casi todos sus jugadores. Quizás, si desde el inicio hubiese propuesto una idea de juego más equilibrada y no tan retrasada, con la misma calidad de ataques hubiese encontrado otros espacios. La derrota los dejó al borde la eliminación.

Australia hizo lo razonable: primero construyó la ventaja y después lo aguantó. Estos tres puntos le dan una gran chance de soñar con los octavos de final. Enfrentará a Dinamarca en la última fecha, en un duelo que puede ser mano a mano. Sin embargo, si los daneses no pueden vencer a Francia, a los australianos les alcanzará con un empate para clasificarse.