Sebastian Vettel, uno de los máximos referentes de la parrilla de la F1, no para de sumar temas que lo separan de la FIA. Permanentemente, agita cuestiones ecológicas que erizan a los directivos del automovilismo, por definición el deporte más contaminador. Este fin de semana recibió una sanción de 25 mil euros ‘en suspenso’ por abandonar la reunión con los comisarios de carrera, ofuscado por las incoherencias de los directores de Carrera en 2022 y la falta de respuestas a las consultas de los pilotos.

Y el tetracampeón alemán sigue sumando frentes contra los dirigentes del deporte motor. Ahora pide que se investiguen los riesgos a la salud que puede provocar el polvo de los frenos de carbono que los pilotos están respirando más que nunca este año, debido al nuevo diseño de los autos. Este domingo, Sebastian se bajó del auto con la cara llena de polvo de carbono. Con el nuevo reglamento técnico, los equipos ya no pueden redirigir el flujo hacia los neumáticos, y el polvillo de carbono llega hasta el cockpit. "Respirar polvo de carbono no es algo saludable. Espero que la FIA lo revise muy pronto, porque no tiene sentido y es algo que es fácil de cambiar", consideró Vettel.

Valtteri Bottas también comentó que ha llegado a estornudar “polvo negro” tras algunas sesiones. "No sé si se puede hacer algo. Seguro que hay algo de polvo de nuestros propios frenos, pero es mínimo. Está en los coches de delante, siempre va a estar ahí. En cualquier momento después de la carrera, cuando estornudas sale polvo negro, así que año tras año, no estoy seguro de lo que hace a tu cuerpo. No tengo ni idea", agregó el finlandés.

Hace no tantos años Mika Salo, ex piloto de Arrows, Sauber y Ferrari, entre otras escuderías, denunció que resultó perjudicado gravemente en sus pulmones como consecuencia de respirar el polvillo de carbono de ese tipo de frenos, que se generalizó en los años 90 y que hizo mucho más eficiente la maniobra de frenado en la F1.

De manera que sí se sabe que hace mal. ¿Qué hará la FIA ante estos reclamos? Por lo pronto, seguirá sancionando por pavadas a los pilotos que saquen los pies del plato, como Vettel y Alonso. A la larga, deberán investigar científicamente el problema, o permitir que los equipos lancen el flujo proveniente de los conductos de freno hacia otras partes.