Enfrentar a un campeón continental, sea cual fuere, en principio, no asoma como una tarea fácil. Pero, Inglaterra lo hizo parecer realmente sencillo. Le ganó 3 a 0 a Senegal y enfrentará nada menos que a Francia en los cuartos de final. Jordan Henderson, Harry Kane y Bukayo Saka convirtieron los goles.

El partido tuvo su momento parejo y fue durante los primeros 35 minutos. En ese contexto, el equipo europeo manejó la pelota pero el campeón africano tuvo las mejores aproximaciones con contraataques veloces, manejados en su mayoría por Ismaila Sarr. De todos modos, hasta entonces era un duelo sin mucha acción.

Finalmente, a los 38, el equipo británico lo destrabó. Hasta entonces se mostraba excesivamente estructurado y en la acción del primer tanto encontró el panorama ideal: un desorden ofensivo total. La acción se gestó por izquierda con toques de primera, Kane se tiró atrás, como armador y lanzó en velocidad a Jude Bellingham que llegó el fondo y se la dejó justa a Henderson para que defina sin oposición.

Desde entonces el dominio del equipo de Gareth Southgate fue total e ininterrumpido. Generó las suficientes acciones posteriores como para conseguir el segundo tanto antes del entretiempo. En la última, el propio Bellingham, de fabuloso Mundial, rompió en contraataque a pura gambeta y asistió a Phil Foden. El del Manchester City descargó de primera para Kane, quien, en general y como sucedió en este caso, mano a mano no falla.

Como para no dejar dudas, rápido, en el inicio del segundo tiempo, llegó el tercero. Foden armó por izquierda una buena acción en la que esquivó un par de patadas y tiró un centro bajo. Por el centro del área, como marcan los libros, apareció el extremo del otro lado, Saka, para empujarla.

El seleccionado campeón en 1966 cuando engrana tiene mucha y muy buena movilidad en ataque. Juega casi sin posiciones fijas y con piezas que pueden alternarse sin que se note demasiado la diferencia. La base con Harry Maguire, Bellingham y Kane es sólida y a ellos, en los últimos dos partidos se les sumó Henderson, a quien le cuesta poco transformarse en estandarte.

Poco más pasó en la última parte. Inglaterra entendió que debía descansar con la pelota y sustituir a sus jugadores más exigidos físicamente para que lleguen de la mejor manera posible a un duelo para alquilar balcones. En cuartos de final enfrentará a Francia, en lo que será uno de los mejores duelos de la Copa del Mundo