En cuánto al juego se refiere, el equipo que por recursos y nivel colectivo merece los aplausos es el de Canadá. Sin embargo, falló demasiado en la definición y la enorme jerarquía del rival lo doblegó. Bélgica, que no tuvo un buen partido, se impuso 1 a 0 con gol de Michy Batshuayi.

El equipo norteamericano volvió a disputar un partido en una Copa del Mundo luego de su única participación en 1986 y lo hizo de excelente forma. En el primer tiempo realizó prácticamente todo bien, pero le faltó lo más trascendente: el gol. Generó una inmensa cantidad de situaciones. Los jugadores ofensivos como Tajon Buchanan, Junior Hoilett y Alphosno Davies provocaron acciones de desequilibrio permanente. 

Tan superior fue que hasta Alistair Johnston, marcador central, se sumó al ataque y tuvo su chance con un remate de afuera. Pero mostró una imprecisión notable. Incluso con una oportunidad inmejorable como un penal. 

A los 10 del primer tiempo, tras un rebote, al belga Yannick Ferreira Carrasco le patearon casi encima y no tuvo manera de correr la mano, por lo que le cobraron penal en contra. Más allá de que ciertamente ampliaba el volumen del cuerpo, no tuvo la más mínima intención y fue una muestra más de lo grosera que es la regla. Davies se hizo cargo de la ejecución y le dio suave y poco esquinado. Fue insuficiente para derrotar al descomunal Thibaut Courtois, que contuvo sin inconvenientes.

Un rato más tarde, el horroroso árbitro zambiano, Janny Sikazwe, que a principios de 2022, en la Copa Africana de Naciones, finalizó un duelo entre Mali y Túnez en dos ocasiones antes de cumplir los 90 minutos, decidió no cobrar un penal muy evidente de Axel Witsel sobre Richie Laryea.

El equipo que dirige el británico John Herdman hizo todo para ponerse en ventaja pero no lo consiguió y en defensa tuvo una desconcentración imperdonable. Cuando faltaba un minuto para el final de la primera parte, Toby Alderweireld puso un pelotazo largo y muy lineal que cayó con excesiva facilidad a la espalda de los centrales rivales. Batshuayi no tuvo ni que pararla para cruzar un zurdazo fulminante y convertir el único tanto del partido.

Lo mejor de Canadá pasó y en la segunda mitad no pudo dominar del mismo modo. El equipo europeo se hizo más largo en la cancha para evitar la presión, algunos de sus volantes, como Kevin De Bruyne, que había tenido un primer tiempo muy flojo, levantaron su nivel y la historia se equilibró. Con el ingreso de algunos cambios, el cabeza de serie del Grupo F tuvo incluso más chances de sentenciarlo de contraataque que su rival de empatarle el encuentro. 

La actuación de Canadá fue destacada a pesar del resultado y, si bien tendrá que confirmarlo en partidos difíciles, parece tener chances de clasificarse a octavos de final. Bélgica no mostró ni por asomo todo el potencial que tiene, pero sí dejó en claro que por su capacidad individual puede ganar incluso si juega mal.