Independiente de Avellaneda y Huracán empataron en Avellaneda 1 a 1 con goles de Leandro Fernández y Santiago Hezze, ambos en el segundo tiempo.

Huracán dio la sensación de ser un poco más en el primer tiempo. Su juego fue mas fluído y sus acercamiento al arco pintaban mas peligrosos. Pero tampoco la diferencia era notable, ni nada parecido, aunque la parcialidad de Independiente dejó un indicio cuando el equipo de retiró a los vestuarios en el entretiempo: fuertes silbidos bajaron de los cuatro costados.

En el segundo tiempo Independiente buscó un poco mas, presa siempre de sus enormes limitaciones técnica, hasta que antes de los diez minutos, una jugada individual del mejor jugador del Rojo de los últimos 5 o 6 partidos, Leandro Fernández, terminó en el 1 a 0 para el local.

De todas formas la alegría duró 3 minutos: después de dos cabezazos en el área (inaceptable para Julio Falcioni), Hezze puso el empate. Luego de eso, volvió a ser un poco más Huracán. De hecho el arquero Milton Alvarez sacó una pelota imposible tras un cabezazo de Hugo Cóccaro. 

Los de Avellaneda no llegaron nunca más. Alguna vez merodearon, pero llegadas ninguna. Huracán anduvo mas en el área de los locales. 

El juego de Independiente es lamentable, triste. El planteo táctico flojísmo y los rendimientos individuales para el olvido. Solo se salva Fernández, el autor del gol del Rojo, toda voluntad, potencia, decisión y un poquito de capacidad con la pelota, le sobran para ser el mejor.