Racing y Boca empataron 0 a 0 en el Cilindro de Avellaneda. El primer tiempo fue todo de la Academia. Fue notablemente más, manejó las acciones, a lo Racing claro, con mucha fluidez y poca profundidad. Pero sin "cascotear" el rancho de nadie, tuvo dos o tres llegadas que transformaron en figura al arquero Agustín Rossi.

El segundo fue otra cosa. La Academia perdió ímpetu y después de los 20, con un par de cambios, el técnico de Boca, Hugo Ibarra, cambió el partido. Los ingresos de Medina y del pibe Langorio, ambos por derecha, modificaron la estructura del Xeneize que empezó a dominar.

Y bien sobre el final la figura pasó a ser el arquero de Racing, Arias, que sacó un par de pelotas que  pudieron ser el gol de Boca. En la última jugada del partido, hubo una mano evidente de Gómez, que el árbitro fue a ver por sugerencia del VAR e increiblemente decidió no cobrar.

Racing tiene los problemas de Racing, juega pero no lastima. Boca empieza a mostrar momentos de los partidos que dan para pensar un futuro mejor.