Todos los socios de Independiente saben que este viernes es un día clave, mucho más importante quizás que los últimos partidos que han jugado. Es el día de hacerse oír y recuperar la democracia de su club. Desde las 18, los hinchas marcharán a la sede para reclamar que haya elecciones.

Ni el día ni el horario escogido son casualidad. Durante ese momento se celebrará en la sede del club una asamblea para aprobar el presupuesto. Será la oportunidad para que los verdaderos dueños de la institución se reencuentren con los dirigentes que se han atrincherado a su cargo pero desde hace tiempo no se hacen presente en el estadio para no sufrir el masivo repudio.

El clima caliente ya se respira en Avellaneda y el miedo se apoderó de muchos representantes del oficialismo que han tomado medidas particulares. Por ejemplo, instalaron cámaras de seguridad en la fachada de la sede y cambiaron el lugar de realización de la asamblea para que se lleve a cabo en un gimnasio que no dé a la calle, por miedo a las represalias.

Además, en una evidente violación del estatuto, intentarán que haya aforo limitado tanto de socios como de periodistas. Ronda en la cabeza de Hugo Moyano y Héctor Maldonado el fantasma de la “asamblea de los sillazos” que se produjo el 28 de junio de 2013 cuando Javier Cantero presidía la institución.

El jueves a la noche, Agrupación Independiente, aquella por la que se presentó Moyano en dos oportunidades y por la que se iba a presentar a las elecciones que debieron hacerse el año pasado, comunicó mediante redes sociales que no recurrirá el fallo judicial que permite participar a la agrupación que encabeza Fabián Doman, en un gesto que busca calmar las aguas para esta tarde.

Sin embargo, dada la innumerable cantidad de veces en las que Moyano y Maldonado se contradijeron u obraron contrario a lo anunciado, la respuesta de los hinchas fue de total incredulidad y hasta de mayor enojo.