Contará la leyenda algún día que una vez hubo un equipo que alcanzó la final de una copa luego de eliminar sucesivamente a River y a Boca. Patronato, ya descendido a pesar de una muy buena campaña, volvió a dar el golpe y sacó al Xeneize de la Copa Argentina en San Juan. Igualaron 1 a 1 en el partido, con goles de Marcelo Estigarribia y Sebastián Villa y en los penales se impuso el Patrón, que jugará la final con Talleres. 

En la primera parte, el conjunto de Facundo Sava adoptó una postura muy ofensiva y arrasadora. Se plantó con mucha gente arriba, tanto que en algunos casos quedó en defensa mano a mano con los dos centrales más Lucas Kruspzky o directamente en inferioridad numérica.

Boca cedió ese lugar protagónico y se dedicó a buscar largo a Villa, el más desequilibrante, y también a Norberto Briasco. En ese contexto, ambos tuvieron sus chances, aunque la más clara la generó el colombiano para el equipo de Hugo Ibarra.

Sin embargo, el tanto fue del conjunto entrerriano. De una jugada rápida y algo sucia, Sebastián Medina aportó brillo con un pase exquisito y profundo entre líneas. Estigarribia le ganó muy fácil en velocidad a Facundo Roncaglia, que tuvo una pésima noche, y definió ante la salida de Javier García para poner el 1 a 0.

El conjunto de La Ribera cambió lentamente su postura sobre el final de la primera parte y la profundizó en la segunda. Tuvo una buena chance con un tiro libre de Martín Payero que fue fuerte al primer palo y detuvo Facundo Altamirano.

Ya en el complemento, los roles se invirtieron definitivamente aunque con un grado de profundidad totalmente diferente. El conjunto porteño fue un poco más dominante y llevó al rival contra su arco muy lentamente. Sin haber generado muchas situaciones de gol, una acción de Villa que se metió en el área y fue derribado por Franco Leys le dio la chance del empate. El propio colombiano ejecutó y empató la historia.

El final tuvo oportunidades para ambos. El equipo azul y oro generó en base a un mayor resto físico y a algunos cambios que entraron bien como Luca Langoni, y el Patrón gracias a tener muy claro como llegar al arco rival como pocos y veloces pases. Sin embargo, no se sacaron ventajas y el trámite se definió por penales.

Allí se lucieron los arqueros. Altamirano se quedó en el medio y le atajó el primer remate a Óscar Romero y luego esperó hasta último momento y le contuvo el suyo a Alan Varela. Pero Javier García le puso suspenso al detenerle un remate apenas corrido del medio a Justo Giani. 

Sin embargo, Altamirano, de los mejores arqueros del año en nuestro país, volvió a destacarse. Se tomó revancha de lo sucedido en los 90 minutos y le atajó su disparo a Villa contra su palo derecho. Boca cayó en la instancia en la que históricamente es casi imbatible.

Patronato obtuvo algo de lo que merece. De la mano de Sava fue un equipo muy competitivo y con una propuesta sumamente agradable a la vista. Hizo todo lo que estuvo a su alcance para salvarse del descenso y sufrió el particular sistema de los promedios, además de una parva de arbitrajes en contra. A pesar del golpe de la pérdida de la categoría, todos sus hinchas se ilusionan con la gloria de un campeonato y la Copa Libertadores, y tienen un equipo que respalda sus sueños.