Toyota Gazoo Racing obtuvo un cómodo 1-2 en las primeras 24 Horas de Le Mans de la Era Hypercars. El auto conducido por el argentino José María López, Mike Conway y Kamui Kobayashi le sacó dos vueltas al coche 8, conducido por. Alpine llegó tercera en su primera participación en la categoría máxima del Mundial de Resistencia con su único auto (sólo corren dos más, los Glickenhaus, en Hypercars).

El coche que manejaba el polaco Robert Kubica lideró la LMP2 (la segunda categoría del Mundial) hasta la última vuelta, cuando se apagó. Ferrari ganó en GTE-Pro y en GTE-Am. La prueba se concretó en agosto (la fecha tradicional es mediados de junio) y pudo juntar una multitud de 50 mil personas en el mítico circuito de La Sarthe.

En el inicio, un toque entre un Glickenhaus y el Toyota 8 le dio una ventaja al coche número 7 de la escudería japonesa, que había hecho la pole con el velocísimo Kobayashi. En la quinta hora, cuando Brendon Hartley, en el Toyota 8, recortó la desventaja con su compañero a 9 segundos, Pechito fue fundamental manteniéndose en pista con neumáticos para seco en condiciones mixtas, mientras los demás se veían obligados a calzar intermedios.

Desde allí, el liderazgo fue amplio (70 segundos en la sexta hora; 26 en la duodécima). Sin embargo, en la décima octava hora, el coche 8 de Toyota se detuvo en pista por un momento (un problema que suele ocurrir en Le Mans, como probaría el pobre Kubica en el final) y perdió casi una vuelta (que se da en unos tres minutos y medio). Y en la vigésima primera hora, una mala parada del auto 8 le hizo perder la vuelta con el puntero. El final fue con un Pechito emocionado hasta las lágrimas, abrazado a su compañero Sebastien Buemi y con los dos coches de Toyota Gazoo Racing desfilando juntos.

Para contextualizar lo que acaba de ocurrir este domingo 22 de agosto de 2021: López se convirtió en el primer latinoamericano en ganar Le Mans 24 desde el legendario mexicano Pedro Rodríguez, y en el segundo argentino (el otro fue el entrañable Froilán González); Juan Manuel Fangio es de los argentinos que más carreras de Resistencia ganaron, pero el auto nunca lo acompañó hasta el final en La Sarthe. El cordobés, de 38 años, se confirma como el piloto argentino de mayor trascendencia internacional desde Carlos Reutemann, y quizá el más talentoso desde Juan María Traverso.