Luego de semanas de rosqueo en privado y gimoteo público, Mercedes obtuvo lo que quería: que la FIA obligue a todos los equipos a perjudicar su performance para mitigar el problema del 'porposing'.

Con los coches de 2022 y su vuelta al efecto suelo, estos autos deben ir lo más cercanos al piso que sea posible; por eso el 'rake' de este año (diferencia de altura entre el eje trasero y el delantero) es mucho menos pronunciado en todos los autos. A su vez, cuando se alcanza el máximo de efecto suelo, justamente por la ausencia de aire debajo del auto, el efecto suelo desaparece, provocando los grandes saltos que conocimos a principios de año como 'porpoising' (marsopeo).