Max Verstappen ganó el F1 Sprint del GP de Austria sin transpirar. Tras una Vuelta 1 muy agresiva y precisa de Sainz Jr, que pasó a su compañero de equipo y atacó por afuera en la mítica Curva 3 del trazado de Spielberg al mismísimo Max Verstappen, comenzó a notarse el síndrome del empate entre los pilotos de Ferrari: son tan parejos en ritmo que el que va pegado atrás siempre es más rápido.

Consecuencia: Leclerc comenzó a acosar al madrileño y lo superó en el segundo sector, mostrando mejor ritmo. Pero después fue Sainz Jr el que pudo hostigar al monegasco, con clímax en la Vuelta 7. Tras la vistosa trabada de neumáticos del español, su auto perdió ritmo y Leclerc mantuvo el ritmo de Max, que controlaba en la punta.

Mientras tanto, Checo Pérez, que había ganado 5 posiciones en la Vuelta 1, fue superando a los Haas y a Ocon. El de Alpine había perdido dos posiciones en la largada con los dos coches estadounidenses, y las recuperó en la quinta vuelta.

Desde la vuelta 9, el mexicano fue urdiendo sorpassos quirúrgicos contra los mencionados rivales, aprovechando el medio mecánico muy superior, para llegar, al cabo, quinto en la carrera. El cuarto fue el señor Eficiencia, George Russell, a un campo de las Ferrari y de Max.

Pero lo más interesante ocurrió, en la segunda parte del Sprint, detrás el siempre recaudador de puntos Esteban Ocon. Los Haas se defendieron muy bien tirando juntos la mayor parte del tiempo, frente a un Hamilton que largó mal y sufrió daños en su alerón delantero al principio de la competencia (fue ensanguchado por Gasly en la largada).

La heroica resistencia de Mick Schumacher frente a los inmensos recursos conductivos de Hamilton (uno de cuyos puntos más fuertes es el sorpasso) fue posible mientras Magnussen se mantuvo a tiro del DRS de Baby Schumi. Cuando, inexplicamente, el danés (piloto egoísta, si los hay) se escapó a 1,4 segundos y dejó al alemán indefenso.

Así, Hamilton rascó un puntito (suma 8 puntos el ganador, y luego van en degradée hasta el octavo) y mañana tendrá otra remontada ardua para intentar pelear el quinto puesto con Russell; porque Checo lo va a pasar tarde o temprano a Russell con el cochazo que tiene Red Bull, y peleará por el podio con las Ferrari que siguen enredadas en las consecuencias de la falta de decisión de los jefes de la Scuderia, que les saca puntos a los dos pilotos desde principios de año.

El GP de Austria de F1 se correrá mañana desde las 10 de la Argentina. Max es candidato a todo; Ferrari necesitaría al menos no fallar estratégicamente para no perder el 2-3 con Pérez. A Mercedes le falta velocidad punta este fin de semana, y vuelve a la tierra de nadie, por encima de un pelotón siempre interesante y peleado. Claro que mientras que los Red Bull no se rompan.

F1 Sprint: ganó Verstappen sin transpirar; Ham sudó la gota gorda para pasar a Schumacher