Desde Silverstone, Red Bull y Ferrari notaron una gran mejora en el motor Mercedes. Como los upgrades están prácticamente prohibidos este año (antes de congelarse el próximo), toda mejora debe ser achacable a truquitos como los de Ferrari hace un par de años (enviaban un flujo extra de combustible al motor en las fracciones de segundo en las que el censor de la FIA no actuaba, cosa de Mandinga) o a combustibles más eficientes (Ferrari acaba de probar un aporte de Shell en un 'filming day' en el que, se sospecha, testeó también el motor 2022 que pretenden estrenar en Turquía).