El director técnico de la escudería Mercedes de F1, Mike Elliot, vaticinó “poca diferencia de rendimiento” entre los autos de 2022 y los del año pasado, considerados los más eficientes de la historia en términos de performance.

Con el objetivo de propiciar la lucha por posición sin destruir los neumáticos, se le quitó importancia a la aerodinámica en términos de lograr adherencia en beneficio del efecto suelo, para minimizar el “aire sucio” que desde mediados de la primera década de este siglo hace poco menos que imposible pasar a otro auto (si no hubiera DRS).