Michael Masi zafó de la ola de cesaciones propia del cambio de mando en la FIA (salió Jean Todt de la presidencia, entró Mohamed ben Sulayem). El australiano terminó el año muy cuestionado por decisiones que deformaron o ignoraron las reglamentaciones en las carreras de Arabia y Abu Dhabi (siempre a favor de Verstappen, en estos casos).