Esta vez sí, amigo ferrarista: con los bemoles comprensibles para los tiempos de los viernes, la Scuderia empieza a mostrar por primera vez en años, con su batería nueva, capacidad para no sólo resistir, sino también dar pelea.

En contraste, los Red Bull aparecieron sin ese plus final para despegarse del segundo pelotón; Mercedes sí lo logró, y de inmediato, y si no fuera por la sanción de diez posiciones que recibirá Hamilton (cambió el motor de combustión interna, por eso pena la mitad que Bottas, Leclerc y Max en las últimas carreras), el candidato de fierro para ganar el domingo sería el heptacampeón. Addenda: no habría que descartar que Mercedes prorratee así las sanciones al cuarto motor del heptacampeón, cambiando las demás partes de la planta impulsora en algún otro Gran Premio.