No parece que se resuelva en días, semanas ni meses el conflicto entre Rusia y Ucrania, ni las sanciones económicas al país gobernado por Putin. Esto afecta directamente al equipo estadounidense de la F1, Haas, que en siete temporadas completas en la máxima sólo pudo recolectar un sponsor importante: Uralkali, megaempresa rusa de Dmitry Mazepin, padre de Nikita Mazepin, el débil piloto ruso de Haas. Ese auspicio salvó de la extinción a la escudería durante la pandemia.