El Consejo Mundial de la Federación Internacional del Automóvil, reunido en Montecarlo, ha decidido que, a partir del año 2013 los motores que impulsen a los Fórmula Uno, serán turbo, con una capacidad de 1600 centímetros cúbicos.

Además, tendrán sólo cuatro cilindros (desde los 90 fueron limitados a 10, y desde 2005, a 8 cilindros), estarán movidos por bio combustible y su giro estará limitado a 12.000 rpm (en la primera mitad de la década pasada los coches de punta superaban claramente las veinte mil revoluciones por minuto).

Los motores deberán consumir un 35 por ciento menos que los actuales y estarán también dotados de un sistema de recuperación de energía que les debe permitir estar al mismo nivel de rendimiento que los actuales.

Para 2013, año de entrada en vigor de los nuevos propulsores, su número estará limitado a cinco, mientras que a partir del año siguiente su número será de sólo cuatro.

A este respecto, cabe comentar que, durante los años de hegemonía de Ferrari y Schumacher, los equipos de punta usaban un equipo para entrenar, otro para clasificar y un tercero para la final.