Una rápida y corta negociación entre Nyck de Vries y Helmut Marko este viernes en Graz, Austria, redundó en un acuerdo para que el piloto neerlandés corra el año próximo para Alpha Tauri. El movimiento libera la salida de Pierre Gasly hacia Alpine, y deja pocas butacas libres para la F1 2023: la de Mick Schumacher en Haas y la de Nicholas Latifi en Williams. 

Este último asiento podría ser ocupado el año próximo por el estadounidense Logan Sargeant, un buen piloto con un muy buen final de año en la F2 (aunque le falta un año más de cocción, la disparidad en la parrilla de la categoría de plata de la FIA hace que los pilotos con condiciones se destaquen ya el primer año, lo que hace que muchos pilotos suban de inmediato a la F1 y se vayan rápido de ella también).

En las últimas horas, el mismo Marko había confirmado que Red Bull desistía de contratar a Colton Herta, ante la resistencia expresa de los jefes de equipo europeos a hacer con el estadounidense la misma excepción que hicieron hace menos de un año con dos pilotos completamente olvidables para la F1 como Pietro Fittipaldi y Jack Aitken, y con Stefano Domenicali en el juego que mejor le sale y que más le gusta: perrito faldero. 

El domingo, tras la carrera en Monza, el agotamiento físico de de Vries era tan grande que tuvo que pedir ayuda para salir del auto.
El domingo, tras la carrera en Monza, el agotamiento físico de de Vries era tan grande que tuvo que pedir ayuda para salir del auto.

De Vries tuvo un debut estelar en el GP de Italia, tras subirse el sábado al Williams de emergencia por una apendicitis de Alex Albon (había corrido la P1 para Aston Martin; era el piloto reserva de ambos equipos ese fin de semana). Esa sola carrera le dio la butaca en F1 que no le habían conseguido sus títulos en F2, Fórmula E y Mundial de Karting; cosas de la F1 y de la Diosa Fortuna. 

Festejos alocados de Williams. El equipo inglés de capitales estadounidenses ha mejorado en lo técnico, pero necesita dos pilotos peritos en sus butacas, y de Vries lo demostró en un solo día.
Festejos alocados de Williams. El equipo inglés de capitales estadounidenses ha mejorado en lo técnico, pero necesita dos pilotos peritos en sus butacas, y de Vries lo demostró en un solo día.

Así, el casting de pilotos que realiza Alpine en Hungría quedaría como otro movimiento en falso del equipo francés, si es que finalmente aportan el dinero para habilitar la salida de Gasly desde Alpha Tauri hacia el equipo galo: Laurent Rossi sigue quedando como un narcisista improvisador, como te contábamos en Continental Web a principios de temporada; difícilmente construyas un equipo ganador con esta oscilación permanente en planes y decisiones.

Por otra parte, la llegada de Sargeant a Williams saciaría la sed de pilotos estadounidenses que tiene la F1, pese al rechazo puntual de Herta. Y pone de manifiesto lo caprichoso del sistema FIA de puntos para la Superlicencia: Sargeant no ha hecho en la F2 nada que lo coloque como mejor piloto que Herta, que deslumbró dos años en la Indy Lights y tuvo dos muy buenas primeras temporadas en la IndyCar (la tercera y última, 2022, fue justamente la más despareja). 

Para no sufrir con la obtención de la Superlicencia, Sargeant deberá terminar al menos quinto en el campeonato de F2 de este año. Sin embargo, a falta de una sola fecha en Abu Dhabi (dentro de eones: otra estupidez organizativa que muestra el doble mensaje respecto de las categorías teloneras de la FIA), el estadounidense está tercero, aunque las primeras posiciones (excepción de la primera, ya definida) podrían variar mucho con los 40 puntos en juego en la última fecha doble del campeonato 2022. 

Si Sargeant no consigue la Superlicencia, los demás candidatos son Antonio Giovinazzi (¿es Ferrari la que lo ofrece por todos los equipos?, porque no dejó un gran recuerdo en sus varias temporadas en la F1), el casi desahuciado Mick Schumacher o el ascendente australiano Jack Doohan, también de gran final en la F2, aunque en su año debut: necesita también otro año de cocción en la F2.