Más allá de su poca experiencia en ellas, el Villarreal parece llevarse muy bien con las copas internacionales. El campeón de la Europa League del año pasado dio el gran batacazo, le ganó 3 a 0 a la Juventus con buenas actuaciones de Giovani Lo Celso y Gerónimo Rulli y se clasificó a los cuartos de final de la Champions League. La ida había terminado 1 a 1.

El Submarino Amarillo se plantó con grandeza en una cancha difícil. Manejó la pelota con mucha limpieza y generó jugadas muy vistosas, pero no tuvo gran profundidad. Probablemente, la formación con muchos volantes colaboró con su capacidad para sostener la pelota pero la falta de un delantero de referencia le quitó peso a los ataques. De todas formas, tuvo una buena chance con un tiro de afuera de Lo Celso que se fue muy cerca del palo derecho del arquero.

La Juve tuvo las jugadas más claras. Desbordó bastante por la derecha con Juan Cuadrado y encontró a un movedizo Álvaro Morata como arma ofensiva. El arquero argentino Rulli tuvo que trabajar bastante y fue una de las figuras del primer tiempo. Además Dusan Vlahovic estrelló un remate en el travesaño.

En la segunda mitad el ritmo de juego bajó. El equipo italiano pasó a manejar mucho más la pelota pero sin profundidad y el encuentro decayó. Pero a falta de 15 minutos se desencadenó un vendaval amarillo que terminó con la serie. El equipo de Unai Emery recuperó en ataque por primera vez en todo el complemento, Francis Coquelin se metió en el área con toda la defensa a contra pierna y Daniele Rugani lo derribó. Gerard Moreno que había ingresado apenas un rato antes por Lo Celso ejecutó desde los 12 pasos, fui muy preciso y vulneró a Wojciech Szczęsny, un especialista en atajar penales.

Como si tal impacto no hubiese sido suficiente, el humilde equipo español asestó un segundo golpe un rato después, cuando recién había ingresado Paulo Dybala. Cuando la Vecchia Signora ya era un manojo de nervios sin respuestas llegó un córner desde la derecha y en el área chica apareció el central Pau Torres para definir de derecha y convertir el segundo.

Con un estadio que ya expresaba despiadadamente su decepción, el visitante liquidó el pleito. Gerardo Moreno le robó una pelota fácil a Danilo, demoró, esperó la llegada de Arnaut Danjuma, se la dio y cuando el holandés remató, el defensor Matthijs De Ligt se tiró y atajó casi como un arquero. El propio Danjuma se hizo cargo de la ejecución y liquidó la historia.

El Villarreal volvió a mostrar su faceta copera. Solo participó en la Champions League en cuatro oportunidades y en tres llegó al menos hasta cuartos de final. En 2006 de la mano de Manuel Pellegrini estuvo a un gol de alcanzar la final pero Juan Román Riquelme falló un penal decisivo en la semifinal de vuelta ante el Arsenal.