El resultado fue bastante más abultado de lo que el trámite sugirió. Newell's y River jugaron un partido bastante parejo hasta la última media hora, pero el Millonario fue mucho más certero a la hora de la definición y se impuso por 4 a 1. Nicolás De La Cruz, Julián Álvarez en dos oportunidades y Jorge Carrascal convirtieron los tantos del ganador, mientras que Ignacio Scocco había puesto el empate parcial.

El Millonario consiguió algo que hace muy sencillo encarar un partido. Antes incluso de mostrar sus cartas en el partido, se puso en ventaja. A los cinco minutos, Enzo Pérez dio un buen pase de zurda a Julián Álvarez, que controló y en un solo movimiento se desmarcó y quedó de frente. Dejó llegar a sus compañeros y asistió a De La Cruz que pisó el vértice derecho del área, pateó cruzado y venció a Alan Aguerre.

El partido no se había término de armar y se configuró tras el gol. Newell’s intentó atacar para igualar la historia, sin demasiada necesidad de tenencia y con la amplitud en la cancha como máxima virtud. A los 25, tuvo la primera clara para empatar. Ramiro Sordo condujo muy bien y metió un pase fuerte, muy justo para Maximiliano Comba, que llegó esforzado a la carrera y apenas consiguió puntearla ante la salida de Franco Armani. El arquero, en dos tiempos, pudo controlar una acción muy riesgosa.

Finalmente, 10 minutos después, la Lepra llegó al merecido empate. Tras un rechazo fallido, River cometió el pecado de dejar que Scocco persiga una pelota, la pare, se acomode y defina seco contra un palo, tal es su especialidad. Tanto el centro delantero como Sordo habían hecho un excelente primer tiempo.

En la segunda mitad, el encuentro se siguió jugando un buen rato a pedir de Scocco. A pesar de que su velocidad no es la de otros tiempos, con inteligencia para tirar diagonales desde la posición de Enzo Pérez a la espalda de los centrales generó desastres. Antes de los 3 minutos tuvo un mano a mano que no definió del todo bien. Así como Sordo había sido clave en la primera mitad, el pique al vacío de Comba también fue muy trascendente en la segunda mitad. 

Sin embargo, en un mal momento del Millonario, con un poco de fortuna, convirtió el segundo. Fabrizio Angileri remató al arco para terminar una jugada pero el tiro le salió a la posición de Julián Álvarez que mató la pelota con maestría, quedó de cara al arquero y no perdonó en la definición.

Tanto con pelota en movimiento como de balón parado, el conjunto rosarino tuvo alguna chance para empatar, así como el equipo del barrio de Núñez tuvo sus oportunidades de sentenciar la historia. Y finalmente fueron los de Marcelo Gallardo los que convirtieron un verdadero golazo. Julián Álvarez y De La Cruz movieron la pelota de un lado al otro buscando espacios, hasta que el uruguayo se la dio a Carrascal, que tiró una pared con Álvarez, que fue totalmente determinante en el juego. El colombiano fue a buscar la devolución y definió muy bien de zurda ante la salida del arquero.

Cuando quedaban 15, el joven campeón de América le puso el punto final a una actuación memorable. River mejoró otra vez, tal como contra Independiente, con el ingreso de Benjamin Rollheiser, que fue protagonista del segundo tiempo y partícipe necesario del último gol. El juvenil se la dio a Agustín Palavecino, que también entró sobre el final, y este a su vez de primera cedió para Álvarez, que con desvió de por medio definió con la cara interna de su pie derecho y dejó sin chances a Aguerre.

En el peor momento de su equipo, Gallardo metió cambios que lo hicieron resucitar. Tanto Rollheiser como Santiago Simón fueron vitales en la reacción del Millonario. Es cierto que el 2 a 1 llegó cuando el equipo era superado y vino con un guiño de la fortuna. Pero luego, jugó como no había jugado en la previa. Con pases rápidos, muchos de primera y con dominio sostenido. La actuación de Álvarez fue 100% determinante en el resultado.