Pudo haber sido una final adelantada, al cabo, los dos grandes que llegaron a instancias definitorias se enfrentaban en semis. Racing llegaba asentado en su buen juego y Boca en proceso de consolidación, pero sin alcanzar un buen nivel de fútbol.

Y todo eso se plasmó en la cancha. Racing ahogó a su rival, recuperó arriba, fue superior, especialmente en el primer tiempo. Mientras Enzo Copetti jugó de centrodelantero, fue una amenaza constante, y a los 20 minutos los dos centrales de Boca estaban amonestados por usar el foul como herramienta para pararlo.

Pero se lesionó Rojas y Fernando Gago se equivocó. Lo reemplazo por Javier Correa y lo mandó a Copetti de carrilero por deracha. Se acabó la amenaza sobre el arco de Boca.

Llegó un par de veces más Racing, siempre fue mas amenazante que el Xeneize, pero ya fue mucho menos profundo, menos picante. Y así fue llegando el final, con Racing diluyéndose y Boca siendo algo mejor al final con el ingreso de Eduardo Salvio.

En los penales Boca tiene ventaja. Agustín Rossi es un arquero irregular pero es el mejor atajador de penales de los últimos años. Pero la definición de la serie fue por un error. El central de Racing, Insúa, la tiró un metro afuera y Alan Varela sentenció con jerarquía.

Pese a las críticas y al juego poco fluído, Boca está en la final.