Ni bien finalizó la jornada de domingo, la que definió los clasificados que faltaban en la Zona A, comenzaron a surgir todo tipo de polémicas respecto de lo que vendrá. La organización original había planificado que los duelos de cuartos de final se jueguen entre martes y miércoles. Pero eso implicaría que un equipo juegue sin las 48 horas de descanso que se requieren por reglamento.

El gran inconveniente pasa por el partido entre Boca y Defensa y Justicia. El mismo estaba pautado originalmente para el martes, pero el Halcón jugó un partido duro ante Patronato este domingo, en el cual tuvo que ganar para conseguir su clasificación. 

El equipo de Florencio Varela se plantó y decidió no jugar si no tiene el tiempo mínimo para rearmarse. Durante la noche del domingo, varios dirigentes mantuvieron reuniones virtuales para tratar de llegar a un acuerdo. La propuesta con consenso entre los clubes fue que todos los partidos de cuartos de final se jueguen el miércoles.

Pero, dicha idea fue rechazada por los organismos de seguridad, dado que implicaría armar cuatro operativos policiales casi simultáneos, muy grandes y bastante cercanos. Debe tenerse en cuenta que los efectivos que se requieren cuando River y Boca juegan en sus canchas son muchos y en este caso también se necesita tener especial cuidado con el partido de Racing y la cercanía del Cilindro con La Bombonera.

Desde el Xeneize no tienen inconveniente reales en acomodar las cosas para que el partido se juegue con el tiempo de descanso adecuado. De todos modos se encargaron de bajar un mismo mensaje que se replicó masivamente, como siempre, ente la prensa afín. Recordaron lo sucedido en julio del 2021, cuando tuvieron que jugar con juveniles dos partidos luego de la pelea contra Atlético Mineiro en Brasil y la posterior necesidad de aislamiento.

En aquel entonces, según recuerdan los más memoriosos y fervientes defensores del club de La Ribera, no se puso un tiempo de descanso prudente entre el partido de la Reserva y el partido de la Primera. Y, en ese caso, para enfrentar a San Lorenzo, los futbolistas que jugaban uno y otro encuentro eran los mismos, por las restricciones mencionadas. 

Obviamente el caso es diferente, nadie obligó a Boca a desatar una bataola infernal que lo haga romper con la burbuja sanitaria y que le traiga consecuencias disciplinarias que perduran hasta la fecha. El Halcón no cometió infracción alguna: jugó siempre cuando le ordenaron que lo hiciese, cumplió con lo que debía y las fechas igual no cierran. 

Aún no hay nada definido, como era previsible, y las polémicas no terminan. La postura de Defensa es firme, pero la necesidad de resolver y las pocas opciones que parece haber pueden decantar en algún tipo de negociación. La resolución se espera a más tardar para la tarde del lunes.