El debut de la Selección Argentina de handball en la segunda fase del Mundial de Polonia y Suecia fue muy malo. El conjunto nacional cayó en un partido sin equivalencias frente a Alemania por 39 a 19. Todavía mantiene chances de clasificarse a los cuartos de final.

Era, en principio, el partido más duro de este segundo grupo conformado en esta nueva fase. Por eso, una derrota era esperable, aunque no de esta manera. Más allá de que se encontró con un adversario muy bueno, candidato a quedarse con el torneo, el nivel de los Gladiadores fue bajo respecto a lo que ellos mismo puede dar.

Así como en el duelo ante Macedonia del Norte, al equipo que dirige Guillermo Milano le salió prácticamente todo, en este casi todo se le dio en contra. Cometió muchos errores, tuvo perdidas por pases imprecisos y mucha desconcentración en los minutos iniciales. 

Tal como había sucedido en las derrotas ante Países Bajos y Noruega, la diferencia inicial fue importante e insalvable. En este caso, la jerarquía rival hizo que con el correr de los minutos la historia sea cada vez más despareja.

Para tener chances de avanzar a cuartos de final, Argentina debería ganarle a Serbia y Qatar, dos rivales fuertes, pero menores a Alemania. El próximo paso será ante el conjunto balcánico, el sábado a 11.30.